El equipo xeneize volvió a agrandarse en un partido chivo. Con mucha actitud y coraje los de Russo derrotaron a Independiente por 3 a 2, lo despojaron de su invicto, ampliaron la paternidad y sumaron su 3er victoria consecutiva.Lo sabíamos, estaba escondida e iba a aparecer en algún momento. Era imposible que el Campeón de América, a pesar de perder a Riquelme, se haya olvidado de todo. Sin dejar de lado la gran influencia de Román, hasta el partido de hoy, los pupilos de Russo parecían amnésicos de actitud, de garra y de coraje. Será que necesitaban un detonante? ¿Será que el invicto del rojo, los dichos del periodismo y la concepción de que esta era la chance de acercarse, los hizo reaccionar?.
Probablemente así sea. Lo cierto es que Boca con fallos incluidos, estuvo encima de su rival y lo derrotó con justicia.
El escenario era la Cancha de Racing, y el día y horario (miércoles 16 hs.) se interponían en la jornada laboral. Sin embargo, esto no fue impedimento para que un gran marco de público cope el estadio blanquiceleste. Por parte del rojo, una gran multitud acompañó al equipo y se mostró fervoroso cuando su club se encontraba al frente del marcador. Cuando Boca pasó a ganar, el silencio en la parcialidad local, predominó. Eso no sucedió en la hinchada xeneize, que teniendo la capacidad limitada y siendo no más de 3500 personas, apoyó al equipo en todo momento.
Cuando todavía la gente estaba terminando de acomodarse en los asientos apareció el primer impacto en el partido. A los 2 minutos, Rodrigo Díaz se filtró a la espalda de Battaglia y Banega, controló el balón ante la pasividad de la defensa xeneize y asistió adecuadamente al Rolfi Montenegro que al sentir el acoso de Caranta le sirvió el gol en bandeja a Germán Denis.
El goleador no titubeó y de zurda, empujó la pelota dentro de la portería boquense.
Desde el vestuario el rojo le comenzaba a oscurecer la tarde a Boca.
Pero Independiente no desistió en su acoso. Los de Russo no podían acomodarse, y sufrían la movilidad constante de Montenegro que se hacía un"picnic" a las espaldas de Urribarri.
Fueron 12 minutos de una presión constante, que imposibilitaba la precisión del medio xeneize.
Sin embargo, Boca reaccionaría. Con Palacio y con Ibarra siendo puñales de la muerte en la derecha y con los espacios que creaban Dátolo y Palermo, la defensa de Independiente empezaba a sufrir.
A la salida de un tiro de esquina, Ibarra probó de media distancia, pero mandó su disparo algo alto. Boca avisaba que estaba vivo y en unos minutos mas tarde lo plasmaría en la red.
A los 17 minutos, Palermo desde la izquierda colgó el balon al área buscando a Palacio. El bahiense la bajó de cabeza para Ledesma, pero antes de que llegará el cordobés, el uruguayo Guillermo Rodríguez de manera desesperada despejó en contra de su arco. Rápidamente Boca encontraba su premio e igualaba el partido en uno.
Con la ventaja, los de Russo se envalentonaron y empezaron a hacerse cargo del partido. Aunque carecían de profundidad, la velocidad de Palacio y la precisión de Banega se tornaban desequilibrantes.
El medio era un frontón. Dátolo estaba muy activo en labores defensivas, Battaglia se había asentado e Ibarra se encargaba de achicar en el sector derecho mediante anticipos a Matías Oyola.
Si bien Boca manejaba el trámite del encuentro, no encontraba precisión en el último toque. Los desbordes de Palacio normalmente terminaban en rechazos de la zaga rival, salvo en escasas ocasiones. En una de ellas Palermo recibió el pase de Rodrigo, pero no pudo patear con comodidad y facilitó la estirada de Assman.
Independiente sin espacios, llegaría al arco de Caranta recién al final de la etapa, cuando tras un regalo de Maidana, Denis en un mano a mano no pudiese batir a la figura del arquero cordobés.
El empate con el que finalizaron los primeros 45 minutos no demostraba lo que sucedía en el terreno de juego. Por suerte, en el Segundo Tiempo el resultado se ajustaría a la realidad.
Al comenzar la segunda mitad, Boca le pagaría al rojo con la misma moneda. A los 2 minutos, la que se dormiría sería la defensa local. Ibarra colocó un centro desde lejos y Palermo con un cabezazo excelente y muy bien colocado venció la resistencia del joven Assman. Se hacía justicia.
Los de Troglio intentaron rápidamente reaccionar. Mareque combinó con Díaz y sacó un derechazo rasante y peligroso, pero la pelota se encontró con la seguridad de Caranta, quién pudo despejar el disparo.
Boca necesitaba mas temple para manejar los futuros contraataques, y por eso Russo, a los 10 minutos haría ingresar al Tano Gracián por Jesús Dátolo.
La precisión que Palacio no tenía y que demostraba al errar un mano a mano frente a Assman, sería entregada por el ex Vélez.
A los 23 minutos, Banega madrugó a Pusineri y le entregó la pelota al nº 11. El Tano, hizo un slalon, eliminó la marca de Matheu y se marchó derecho a encontarse con el arquero local. Assman no fue un escollo; Gracián lo dejó en el camino y colocó un 3-1 que hacía pensar en goleada.
Sin embargo, la goleada quedaría para otra oportunidad. 5 minutos más tarde, la defensa auriazul volvió a dormirse y tras un corner, Carlos Matheu de cabeza, dispuso el descuento para Independiente.
Los 17 minutos restantes, se tradujeron en intentos desordenados de los de Troglio por llegar al empate y en contraataques mal definidos por los de Russo.
Palacio volvió a chocar con Assman y Palermo y Gracián estuvieron muy cerca de anotar desde mitad de cancha.
El rojo se aproximo con centros, pero las salidas de Caranta y los despejes del debutante Paletta -ingresó por la lesión de Morel- rozaron la perfección.
Luego de 4 minutos adicionados, el árbitro Maglio decidió finalizar la contienda.
Boca se agrandó, mostró un juego superior y le bajó los humos al nuevo hijo de la última década. ¿Hay dudas de que si se mantiene esta actitud se va a lograr el campeonato?. Ninguna, solo hay que mantenerla.
GOLES:
RODRÍGUEZ E/C 1-1
PALERMO 2-1
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GRACIÁN 3-1
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