jueves, 29 de noviembre de 2007

A pedir de Tigre

A pesar de dominar a los de Cagna, en un Primer Tiempo bastante sólido, los dirigidos por Russo no se creyeron capaces de pelearle el título a Lanús y en una Segunda Mitad muy opaca cedieron ante el empuje y la garra del Matador de Victoria que los derrotó por 2 a 1.
Con esta victoria, el conjunto tigrense dependerá de una triunfo xeneize ante Lanús el próximo Domingo, para así poder forzar un desempate.

Si había alguna esperanza por parte de la gente, de poder ver a Boca con posibilidades de alcanzar al título, se puede decir que el equipo en sí mismo terminó de diluirlas. Porque Boca salió enchufado, porque dominó a Tigre y porque se puso en ventaja redondeando un Primer Tiempo interesante, pero porque Boca al entrar en la segunda mitad modificó el chip. Cambió el chip de equipo con posibilidades, a equipo ya abatido que veía imposible que Gimnasia le robe alguna unidad a Lanús. Es que los jugadores demostraron eso, dejaron ver esa sensación de que los puntos Lanús los perdía contra Argentinos y que la oportunidad de aprovechar el traspié granate se había escapado el día miércoles en la derrota frente a Arsenal.
En cambio el rival de enfrente, sabía que tenía que ganar o ganar y que con la victoria, no importaba el partido del granate frente a Gimnasia. No dependían de nadie para seguir vivos.
Y así se demostró en el campo de juego. Los de Cagna aprovecharon el bajón xeneize y consolidaron una victoria que los mantiene con chances en el torneo.
Boca ahora, pasa a ser juez del torneo. El domingo, decidirá si Lanús es el campeón o si ejecuta la venganza de lo sucedido hace un año atrás y genera un desempate.

En el comienzo del partido, Boca prolongó la actitud del Segundo Tiempo frente Arsenal e intentó arrinconar a su rival, a base de toque y presión defensiva.
Banega, de muy buen primer tiempo, demostró que sin él, la mitad de la cancha carece de eje y a pesar de cometer pérdidas muy ingenuas, distribuyó e hizo jugar al equipo.
La apertura del marcador llegó rápidamente a los 8 minutos. El Tata González envío un centro desde la derecha, Morero se resbaló y Palacio de cabeza se la sirvió el tanto a Palermo, para que así el goleador xeneize pusiese a Boca arriba por 1 a 0.

Pero lejos de retroceder, el equipo xeneize creció en presión y dominio. Vargas y Banega prevalecían a Castaño y Martinez y Palacio complicaba con corridas por los costados.
Ambos tendrían oportunidades de aumentar el resultado, pero primero el palo ante un remate fortísimo del colombiano y después Islas rechazando un tiro libre del campeón Sub 20, impedirían un segundo gol.

Tigre dentro de toda su tibieza, recién tendría su chance sobre el final para empatar. Sin embargo, el cabezazo de Ereros tras un centro desde la derecha, sería devuelto por Battaglia y uno de los palos del arco defendido por Caranta.

Los primeros 45 minutos, dejaban el campeonato a pedir de Lanús, que si 1 hora más tarde derrotaba a Gimnasia, lograba dar la vuelta olímpica en su estadio. No obstante, la ilusión granate se diluiría a lo largo del Segundo Tiempo al enterarse de la remontada del conjunto de Diego Cagna.

Tigre lo remontó, pero Boca se dejó remontar también. Los jugadores xeneizes salieron el Segundo Tiempo desconcentrados y sobre todo muy divididos entre líneas. El mediocampo se alejaba de la defensa y las molestias de Banega -que se iría reemplazado en el 28' por Ledesma- complicaban el traslado correcto de la pelota.
De repente todo se tiñó de azul y rojo. Caranta comenzó a ser figura, la línea de defensores empezó a perder las marcas y a errar en los cruces y los delanteros no aguantaban ninguno de los balones que les llegaban.
A su vez, el Matador se adueñaba del partido con la movilidad de Morel y Martínez y las escapadas de Rusculleda y Galmarini por los costados.

El empate era cuestión de tiempo. Caranta había ahogado ocasiones claras de Ereros y Lázzaro, pero en el minuto 25' y en el 31' quedaría imposibilitado de detener los goles locales.
A los 25, fue el ex Nueva Chicago, quien logró empujar un tiro de Morel en el palo para así empatar el partido. Llama la atención lo solitario que apareció Morel para rematar.
5 minutos mas tarde, fue el propio Martín Morel, quien aprovechó un retroceso increíble de la zaga xeneize para hacerse un hueco y definir cruzado y así instalar el 2 a 1 que sería definitorio.

Boca no reaccionó, y Tigre ya afianzado no iba a soltar los 3 puntos de ninguna manera. Solo un tiro de Battaglia que despejó Islas, pareció inquietar el resultado, pero salvo esa aislada ocasión no hubo mucho más que comentar del encuentro.

Así, con esta pobre producción, los xeneizes terminaron con sus chances de luchar, y se convierten en árbitro del torneo. ¿Irán con todo los muchachos de Russo, para vengarse de Lanús y que el granate no dé la vuelta en la Bombonera?.
Es lo que queda por ver el Domingo; después habrá que pensar en el Pachuca.

No hay comentarios.: